La chía es una semilla apta para la alimentación y muy saludable por su alto contenido en nutrientes y vitaminas como la fibra, el hierro o el calcio, así como en minerales.
Las semillas de chía se caracterizan por su sabor a nuez y pueden consumirse remojadas en agua o hervidas (durante 15 minutos). Si las dejamos en reposo en agua aumentan su tamaño de 9 a 12 veces y el agua pasa a convertirse en una sustancia gelatinosa llamada mucílago, que también se puede consumir como zumo o refresco.
Derivado de la chía es el pinole, una harina que se produce después de ser molida. Su sabor es intenso y se consume como dulce. Se puede moler en cualquier utensilio casero.
Estas semillas también se pueden tomar crudas. Si es así, será suficiente con una cucharada, cantidad que podremos ir incrementando con el paso de los días de forma progresiva. Ya sea mezcladas con yogurt o con cualquier otra comida como: las ensaladas, aliños, pan o postres, son un complemento perfecto y saludable.